Mujer de media sombra,
Teñida de nicotina,
Y de voz extraviada,
Por qué no me chupas mis jodidas botas llenas de cieno nena,
O lo hacemos fuera venga…
Antes de que vomite encima de tus nalgas,
Y confunda tus labios de miel,
por la hiel que derramaré encima de mi piel,
¡Venga, venga venga!
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