Las señoritas de la bajada Sant Antón

-¿Antón que ves?
-¡Un guepardo! No, no! ¡Un loro con pies de yama!
No no ¡ Ahun peor! ¡Melenas de panochas con piernas de cebras y sobacos de mandril!
-Válgame Antón cierra los ojos que el Demonio ha cambiado de aspecto para matarnos! Lo leí en Fausto, cierra los ojos!
Y mientras Antón y Cándido el Ingenuo taconeaban de miedo la manada penetro entre ellos quedándose aterrorizados cuando vieron que el mar se les venía encima;
-Antón que nos sucede, ¡me voy a volver loco! Los Mejillones, los atunes y las mairas caminan con pies de yama…
Que no te oigan, no digas nada… entre ellos bisbisean, y puede que crean que estemos muertos si nos quedamos aquí apoyados a la pared; a no ser que ya lo estén haciendo a través de una intoxicación.
Entre la manada les pareció escuchar ciertas voces humanas y ahora ya empezaban a tener síntomas de crisis nerviosas.
-Fausto,…es el Demonio, Oí como estas mairas hablaban…y son hombres; estamos perdidos.