miércoles, 6 de octubre de 2010

Lilith

Se destapa en la ardiente madrugada
rodeada de hienas
se perfuma de embriaguez
y su pelo regocija alquimia

Las gárgolas desde lo más alto
al oler la pólvora de su vulva
se levantan en búsqueda de Lilith

Desafiando a Dios
pierden el sentido
Profanando bares
Olvidando las criptas

Ai Lilith…

Das a luz una nebulosa
de jinetes hambrientos de tu sangre
y incitas una lluvia de lácteo
para amamantar a los niños
que desgarras en tu camino

(_)

Hasta la Luna se tiñe de vergüenza
y mancha de rojo la mar provocando
la risa infernal de tu amante Lucifez

Ni Uriel se resiste a tus trastadas
ni a tus enaguas

Y a los pies de Dios yace el maldito rosa
reflejo de la vergüenza de la Luna

martes, 28 de septiembre de 2010

Detalles o regalos, que más da

Al parecer, en lo insólito se descubre lo extraordinario
Al padecer, lo fantástico se tiende a ocultar
por miedo a lo verídico e innato.
El resultado vacila entre lo idílico u ordinario.

jueves, 6 de mayo de 2010

Fleet Foxes

El cantar de la muda que tiembla tras el ciego que eyacula en el celebro mientras la oreja en ámbar absorbe la melodía.

se me hace la boca agua

Viértame frambuesas por encima
Si eso hace sentir más varonil.



El peine está peinando a la sirena,
La mar el movimiento

Sandio

aire, Aire,
sí…, por favor sigue.

martes, 23 de marzo de 2010

La primavera

A modo de cámara rápida,
brota la primavera,
el carmesí de las amapolas,
sobre ellas el rocío.
Sobre mi piel su humedad.

Bienvenida.

Yo




" Cuando de lo más hondo viene a la vida el tiempo de la primavera"


Friedrich Hölderin

domingo, 14 de marzo de 2010

Entre amarillos de la India y satenes negros

Qué difícil es realizar dicha unión

Cómo esconder el perverso amarillo
Bajo el velo de la sombra.

Es difícil.

Encontrar el equilibrio ante el peligro.

Pero una vez conseguido, lo terrible roza lo irresistible.-

miércoles, 3 de marzo de 2010

Saturno devorando a sus hijos

Quien sienta que la vida es pequeña, y no la desee, que se pegue un tiro. El alma es demasiado sublime como para soportar semejante crueldad.


El dolor engendra y la felicidad fecunda.



Una, sólo una, infinitamente grande como para despreciarla.