jueves, 4 de junio de 2009

Frente al Mar, en el abismo


Se apagó la luz de la candela,

Perdí el rastro de Virgilio

sabiendo que éste volvería al cubo blanco

cómo las gárgolas vuelven a su iglésia.


Busquémos otro Virgilio al que desear;

Pues el deseo lleva al ardor,

y el ardor a las cenizas.

Llevandoselas el aire,

a un nuevo lugar

infinito que conquistar.

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