Hubo una vez
En un lugar de Puerto hurraco
Un ruiseñor que tenía 90 centímetros de diámetro cerebral,
Y cantaba y cantaba para que 40 centímetros bajaran a la parte inferior de su cuerpo
Un día, al oscurecer
Andaba por el yermo campo doña Lechuza la feúcha
Y dijo le al ruiseñor:
-(Lechuza feúcha): ¡Hola ruiseñor cómo me gusta tu cantar pero la otra que poco la haces sonar!
-(Ruiseñor):¡Ya te gustaría que alguien se te acercara lechuza feúcha, a ti esa breva no te caerá si no es al caer la noche cuando las brevas se confunden por cojoncios de burro!
Y volvió se doña Lechuza la feúcha hacia su nidito contenta
Y el ruiseñor a peniarse el plumaje gloriosamente.
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Mmm... Puerto Hurraco siempre ha sido un buen nombre para un escenario de spaghetti western y viejas rencillas y ciñisclos!
ResponderEliminarEl buho quería pensar con la pi....? digo, con éste nick tendría que fugarme piso facto, però aqui estic, marcando territorio donde nadie antes hubo...
Tot plegat és com per anar-me'n a preparar una llet amb magdalenes
si si yermo yermo el primer (almenys) amb deixar-hi una trepitjada! gràcies.
ResponderEliminarpuertohurraco es una d aquelles tantes paraules de sabiduría absurda y humor de perros, es wai